El domingo 19 de febrero en los alrededores de la Torre Colpatria se realizó la protesta antitaurina “El Último Encierro”, mediante muestras culturales de música. Éstas acompañaron toda la jornada a los manifestantes que pedían a gritos “no más olé”.
El rechazo de la violencia y de todas sus formas, fue el motivo que reunió a tantas personas desde las 2 hasta las 5 de la tarde. Razón por la cual, ser escuchados fue prioridad y la música formó parte de la misma.
Carlos Crespo, uno de los líderes de Colombia Sin Toreo, fue uno de los partícipes del evento quien, al ritmo del ska, transmitió un mensaje claro para todos los que compartían la causa, fragmentos como “no más violencia” y “abolición de la tauromaquia ya” fueron escuchados en medio de su presentación.
Le siguió el rock, un rock suave que esta vez fue interpretado por una joven al ritmo de un pequeño instrumento musical que, según sus afirmaciones, fue fabricado por ella misma con materiales reciclables.
El Reggae apareció más de una vez en la protesta, jóvenes representantes de este género musical fueran protagonistas en la jornada. Estos contaron además con el apoyo de muchas de las personas del lugar que, al parecer, eran muy afines con el género.
Los asistentes, desde los más jóvenes hasta los más adultos, se deleitaron con los ritmos musicales. Vanessa, estudiante asistente a la marcha, además de manifestar su inconformidad con las corridas de toros afirmando que “todos somos iguales y que no necesitamos tener voz para pedir respeto”, aseguró que la música es una excelente propuesta y que sirve para “demostrar que no todo es violencia y que también se puede protestar en paz”.
Aunque la asistencia se vio afectada por el atentado ocurrido horas antes en los alrededores de la plaza de toros La Santamaría, el encuentro se desarrolló con relativa calma.
El evento completo aquí:
Nota por: María Fernanda Gaitán