En el Chorro de Quevedo, en la Candelaria, es frecuente encontrarse con jóvenes que les hablan a quienes los quieran escuchar, con talento. Son un espejo en el que se ve reflejada la realidad con ironía.
En el Chorro de Quevedo, en la Candelaria, es frecuente encontrarse con jóvenes que les hablan a quienes los quieran escuchar, con talento. Son un espejo en el que se ve reflejada la realidad con ironía.